Aire fresco (libre)

Ví que ella había apostado una cierta confianza en mi, y en mis poderes. Eso me hizo sentir bien. Entonces, puse los ojos en blanco por unos segundo y llevé mi mano a mi pelo como rascándome la cabeza mientras intentaba pensar en algo para pagarle su confianza.

-Mirá - dije de la nada - em, si me prometes ponerte unos 10 metros lejos, quizás pueda concentrarme y mostrarte lo que soy en realidad cuando me lo propongo, pero no quiero que estés cerca porque bueno, como ya te lo he dicho, no me parecería nada agradable darte un rasguñazo.

Mostré mis dientes en un esfuerzo de sonrisa y miré a la chica esperando su respuesta.

Vi el entusiasmo de Sam y eso me animó más. Además me dijo que cualquier cosa podría cuidar de si misma y que no le haría daño, por lo que yo no estaba con culpa de lastimarla.

Entonces me senté en el pasto, al lado del árbol del principio y de las flores que divisé antes de ver a la chica, justo a la derecha de las orquídeas que tanto me gustaban y llamaban la atención.

Luego me concentré, en mi mente me imaginé primero mi estado de transición entre el humano y el de loba. Mi pelo comenzó nuevamente a ser pardo, y también mis ojos. Apenas unos minutos después salieron mis uñas de loba y mis dientes enormes. Me sentí poderosa, y tenía mis pensamientos humanos (esto me alegró). Por lo tanto, veía a Sam como una hormiga pequeña y yo me sentía una bestia. En ese estado me apoyé contra el árbol y miré para todos lados viendo si Rahne loba sentía algo distinto a Rahne chica.

Su voz me sobresaltó. El animal que tenía adentro (y ahora también afuera) estaba un poco asustado porque no sabía ni donde se encontraba ni qué estaba haciendo en ese lugar. Para mi suerte, el pasto me tranquilizó. Miré el verde del suelo y al contemplarlo me di cuenta de que el olor era muy fuerte, aún podía sentir la margarita amarilla esa que me provocaba nauseas.
Después de un rato coloqué los ojos en Sam, sabía que era la chica con la que había estado hablando antes, pero sentía algo distinto en mi, suponía que se debía a que ya no me creía humana.

Esa ilusión me produjo pegar un salto hacia atrás, no solo sentía que había algo raro delante de mi vista, sino que también podía sentir que los colores estaban dentro de mis ojos, sin mencionar el calor del pasto.
Me digo a mi misma "Rahne, ya sabes lo que hace Sam, esto no te hará daño, no actues como un animal, se inteligente".
Entonces me convencí y me acerqué un poco, mi cabezota no estaba muy lejos, a tal punto que mi hocico casi acaba dentro de ese arcoiris irreal. Entonces me aparté unos centímetros, y me quedé mirando la ilusión creada por la chica, sin dejar de pensar lo maravilloso que era.

Salió aire de mi hocico y alejé apenas la luz. Miré de reojo a Sam que se reía y parecía divertida, aunque ya no tan concentrada como antes. Al espantar un poco la ilusión, nuevamente me acerqué para encontrarme con ella de nuevo.
Mi Rahne humana sabía que era un juego, pero mi Rahne loba quería curiosear aún más y llegar a descubrir a qué se enfrentaba. A tal punto que sentía miedo y desconfianza, los lobos nunca ponen las manos en el fuego por los seres humanos, así que esta manera de actuar mia era totalmente lógica y aceptable.

Miré para todos lados cuando se esfumó la luz, fue tan de repente que mi instinto animal no podía comprenderlo.
Me paré en cuatro patas viendo si la encontraba detrás del árbol. Incluso escarbé un poco el pasto con mi pata delantera izquierda, tratando de ubicarla y seguir examinando qué era.
Al no dar con ella, me tiré al suelo y me concentré nuevamente como lo había hecho antes de convertirme en loba, pero ahora la transformación era a la inversa, quería volver a ser yo. Sentí de repente mi estado de transición viendo desaparecer mis uñas y dientes gigantes y notando que mis ojos se aclaraban.
De pronto me vi sentada con las piernas cruzadas y me di cuenta de que tenía mi pelo de color llamativo entre mis dedos.

-Wow, esto ha sido fabuloso, Sam, de verdad que sí - admití contenta.

-Bueno, me temo que has visto las tres partes de mi. Mi yo humano, mi estado de transición y mi yo loba.
Reí.
-La verdad que como licántropa me he portado como un animalito curioso. Un perro un poco grande y molesta. Pero bastante civilizado. Al menos me alegra no haberte hecho daño.

Volví a tomar las mangas de mi campera mientras recordaba el frío en mis manos y además temblaba un poco, eso era normal después de haber sido una loba. Sentí viento en mi mejilla y con una ráfaga se me voló el flequillo de la cara. Cambié mi postura trayendo las piernas al pecho.

Vi que Sam estaba un poco desabrigada y la verdad es que a mi también se me estaba poniendo la piel de gallina a causa del frío.
-Sí, vamos, antes que terminar con alguna enfermedad rara, realmente no quiero enfermarme acá, creo que sería más interesante seguir descubriendo cosas que tener que estar en cama - contesté a su pregunta mientras me llevaba un mechón de pelo detrás de la oreja.
Al decir eso me levanté del suelo de un salto y le tiendo una mano amablemente a mi compañera para ayudarla a pararse.

Estaba dando un paseo cuando vi a unas chicas charlando amablemente, pensé en ir

pero no tenia ningun pretexto pero aun asi, fuí.
-¿Que buen dia no?
Pensé en que la cague asi que intente disimularlo.
-Soy Bobby Drake ¿y ustedes?

Después de tirar del brazo de Sam, miré al chico. Había oído hablar de él alguna vez, aunque no recordaba dónde ni por qué motivo.
Levanté la mano en forma de saludo mientras sonreía y empezaba hablar.
-Mmm.. Sí, excepto por este viento que me está despeinando más de lo debido, sí, lindo día. Así que vos sos Bobby? Yo soy Rahne Sinclair, un gusto - dije luego de bajar la mano y estirarla hacia él para saludarlo de una forma un poco más amable.

Extendí mi mano hacia Rahne para darle la mano.
-Encantado
Noté como la mano de la chica estaba caliente aunque seria probable que fuese mi mano que estaria fría.
-Y...sois de aquó ¿No?...
No sabia como sacar un tema, para esto siempre era tímido pero debía romper con la timidez. Las chicas daban confianza a simple vista pero debía estar alertor porque aquí, no se podía confiar en nadie para que no te diesen un palo...
Por ahora debia estar contento porque: mi plan iba en marcha....

Noté en sus ojos un poco de desconfianza. Podía "oler" ese tipo de sentimientos. Dudé antes de contestar a la pregunta obvia que hizo Bobby.
Sonreí luego de que extendiera la mano para aceptar mi saludo. Cuando me tocó sentí un poco de tensión en él. No hice mucho caso a eso y respondí a su pregunta:

-Mmm, sí. Yo he venido hace un par de días. La verdad es que aunque mi estadía aquí es relativamente nueva, siento que siempre debí haber vivido aquí pero no. Bueno, una explicación un tanto retorcida, espero que me hayas entendido - reí avergonzada porque tanto palabrerío era innecesario - y qué hay contigo? no tienes pinta de estar estudiando en el instituto.

Me reí cuando Sam pincha mi mejilla con un dedo. Soy una fuente de cosquillas, me tocan y ya me estoy riendo.
La verdad es que yo también estaba un poco aburrida pero me pareció que el chico lo iba a tomar a mal si lo decíamos justo cuando él acababa de llegar. Entonces miré a mi amiga (ya la consideraba una amiga) haciéndole un gesto como para responder a su pregunta con un "si", pero sin hablar.

-Veamos. Qué les parece chicos? Damos una vuelta por el instituto o salimos de aquí para dirigirnos a otro lado? Aunque sea a tomar un helado o a un parque de diversiones! - abrí los ojos bien grandes y se percibió emoción en mi voz cuando mencioné lo último - Hace rato que estamos en el invernadero y ya comienza a ser un poco molesto estar aquí.

Escuche la proposicion de la chica y asentí.
-Claro que me gustaria ir
Seguia pensando la pregunta de la chica: Yo era Bobby Drake, luché en la ultima batalla contra Magneto...
-Digamos que si, estuve aqui estudiando y la guerra comenzo asi que tuve que ir con los X-Men a luchar contra Magneto...fue espectacular como les ganamos y yo estuve flipando...Ver a Logan, Tormenta , Bestia, La gran Jean Grey etc..Incluso a Magneto, eso es de lo mejor!
Saque de mi bolsillo un llavero con varias llaves.
-Chicas,¿ vamos en mi coche?

-Oh, interesante - enseguida recordé dónde había oído hablar de él y sonreí al concluir con la última palabra que dije.

Miré el llavero del chico que lo sacó a la vista y pensé que era una buena idea responder afirmativamente, sonreí de nuevo y contesté:

-Genial! vamos! yo estaba pensando ir en un taxi pero si conducís, allá vamos. Pero pido el asiento de al lado del conductor!.

Nunca me había gustado sentarme en el asiento trasero del auto, pero no sabía por qué. Estaba feliz de que los dos chicos habían dicho que sí a mi propuesta y yo tenía muchas ganas de salir del instituto, así que todo iba bien.

-Bobby, Sam.. Alguno de los dos sabe dónde hay un parque de diversiones cerca? La verdad es que yo no tengo ni idea - vacilé.