Tentando a la suerte... (libre)

El calor era insoportable, no había soportado ni 5 minutos fuera con el saco puesto ahora estaba sólo con la camisa encima abierta hasta el segundo botón, la brisa movía sus ropas ondeandolas, sus cabellos también podían ser vistos en esa danza con el viento que pasaba cálida aumentando el calor aún más...

Cada paso un golpe, cada roce de sus zapatos con el cemento hacía un ruido que era apagado por el constante pasar de los autos que carrían en carrera por la ciudad dejando haces oscuros de nubes de polvo y carbón detrás de si...

Siguió andando mostrando curiosidad por los escaparates que por ahí se podían divisar perfectamente, libros, artefactos, un sin fin de cosas que enbelezan y tentan a cualquier persona, pero que era ese mundo de cosas tan caras y lujosas si lo que quería lo tenía justo en frente de él su vida ademas de la sensación de estár vivo además de su grandiosa libertad...

Avanzó un par de pasos, un edificio inmenso se elevaba contradiciendo cualquier fuerza física que se le oponga contrastando la fuerza de gravedad sin mucho esfuerzo... Banco decía en el portón inmenso que se erguía ogulloso...

Sería fácil... Pensó... Entraría por una de las sombras y saldría en un santiamén... Mostró así su más bajo perfil, una tentación de poder y lujos, era la primera vezque era tentado, la primera vez desde que fue "concebido", la primera vez desde que pudo huír de su antigua vida de asesino...

Llevaba mis manos en los bolsillos, tratando de entender como siempre, que era lo que motivaba cada día a mis pies caminar, mis ojos pestañear o el simple echo de respirar agotador.
Mis manos tiritaban, mis piernas eran pesadas, por lo cual mis pasos recaídos.
Eran de esos días en que podría pensar en suicidarme, o siendo menos dramático quedarme dormido en una plazoleta para que despejarán de mi mente, desconocidos, mi razón de ser.
Cada día lo mismo, monotonamente tocar esas teclas duras bajo la sombra de miles de foquillos en un araña de cristal, lucir perfecto y mentiroso frente al público y recibir una mierda de dinero para mi sustento diario. Ahorrar.

Entro al banco despejando mis ojos. Y comienzo a revisar en mi billetera mi tarjeta de credito, pedazo de plastico endemoniado y poco sutil, pero capaz de comprar hasta el mar con comodos intereses de por medio, para dejarte en un mar de deudas.

-aahh..- Suspiro

Aún meditabundo en sus pensamientos fue quitado de estos de un tirón, alguien lo había golpeado, no era muy dificil verlo ya que tenía una estatura bastante elevada, un chico que pasaba por ahí, tal vez uno de los tantos quienes abandonan a su suerte y tienen que valerse por si mismo hasta poder encontrar una vida mejor...

Estúpido... Pensó... Era tan fácil lo que su cabeza había planeado que hasta le molestaba saber que él había tramado tal insensatez debía mantener sus tentaciones hundidas en el fondo de su mente para que no vuelvan a aflorar con tanta facilidad...

Al parecer un chico no estaba tan feliz con alguna transacción que su banco había hecho, era de esperarse eso de "te hacen la vida más feliz" eran puras patrañas que hacían endulzar tus ganas de comprar...

Miró a ambos lados, creo que estaría bien entrar a dar una vista al banco y demostrar que no era lo que todos pensaban, la seguridad era simple y las cámaras no tenían gran fuerza para detener a las personas en un radio seguro de esos preciados objetos... Dinero...

Que pensarían los diarios al saber que un chico entró en plena mañana, era una travesura propia de un niño... Pero que más daba el estaba vivo desde hace muy poco... Cinco... Seis años tal vez....? Quién sabe...? La malicia se dibujó en su rostro, pero no era la actitud de un gran ladrón, era más el de un niño intentando comer un trozo de pastel guardado para un día especial...

Volvió la mirada y se encaminó a una pequeña sombra que había visto al momento de pasar por uno de los callejones cercanos, esto sería pan comido...

La preocupación llegó a mis ojos mostrandose como un trauma. Rasque mi cabeza y lleve la plama de mi mano a mi frente.
No era posible, la había perdido, y no tan solo la tarjeta sino, que también la taquilla de pagarés del crédito.
Podría acceder con solo mi número de tarjeta y la contraseña, para pedir en ventanilla una nueva cuponera, pero todo error recaía en Dinero. Lo cual me era imposible ni por un peso.

-Creo que tendré que buscarla, no puede haber caído tan lejos ...- Dije serciorandome de que por esas casualidades estubiese en mis bolsillos.

Caminé realizando un recuerdo de por donde había llegado, fuera de mi toda esperanza, y alli bajo los pies de un individuo en las sombras estaba toda empolvada.

-Disculpa.. estas pisando .. eso..- No sabía como comunicarme hacia el.