Hablando con Scarlet ( Solo miembros de la Hermandad )

Scarlet se había llevado bastante tiempo dando vueltas por la ciudad, buscando algo que recordara. Desde que la hermandad se hubo disuelto había estado bastante perdida y necesitaba encontrar de nuevo su lugar. Caminó durante casi una hora meditando en lo que haría al terminar ese paseo. Se había alejado bastante del hotel y no tenía muchas ganas de volver así que se encaminó hacia la plaza que había delante de la Torre Rand.

No sabía que la había llevado hasta allí pero se encogió de hombros y andó mirando hacia lo más alto de la torre como una turista más. Luego miró al frente y vió a alguien sentado en un banco. Alguien que recordaba de hacía bastante tiempo, un viejo conocido. Se encaminó hacia allí tomando una honda calada de su cigarillo y se detuvo delante del meditabundo Mole.

-Cuánto tiempo sin vernos -comentó sonriendo mientras se sentaba a su lado cruzando las piernas con comodidad. -Me alegro de verte.

La muchacha sonrió amablemente. Ciertamente agradecía encontrarse con un viejo amigo y por lo q podía ver no había nada extraño en él. Cerró los ojos sonriendo de nuevo mirando hacia el frente soltando un suspiro leve.

-Pietro y yo nos separamos en Alemania, pero he vuelto a buscarle aquí a Nueva York -comentó algo resignada. La verdad es q estar con su hermano la tranquilizaba pero ultimamente había estado algo extraño y no tenía ganas de comentarle a mole lo de su herida.

-Tú no le habrás visto, verdad? -comentó con cierto deje molesto levantando la mirada para mirar al gigantón que tenía en frente.

La muchacha relajó la expresión cuando el gigantón le hubo dado su respuesta. Si mercurio no quería ser encontrado podía ser tremendamente escurridizo. Suspiró de relajándose de nuevo en el banco y miró hacia él con una sonrisa en los labios.

-Nah, no importa Mole -comentó negando con la cabeza mirando hacia un lado. -Supongo q tarde o temprano Mercurio aparecerá. Ya sabes como le gusta llamar la atención -bromeó riendo.

Luego dió un par de golpes con la palma de su mano a su lado en el banco para q volviera a sentarse. Mirar a un tipo de 2 metros y medio de altura y tu encima sentado no era demasiado cómodo.

-Y que ha sido de ti? Después del ataque a la academia nos dividimos todos. Has estado haciendo algo interesante, Dukes? -comentó con una sonrisa realmente interesada en que había hecho su antiguo compañero.

La muchacha estaba sonriendo al mirar al grandullón mientras le contaba sobre sus andanzas durante los días que habían pasado separados. Sacó las manos de sus bolsillos y entrelazó sus dedos sobre sus piernas agachando la cabeza mirándose las manos. La levantó para mirar al gigantón para contestarle pero este miraba a un hombre anciano que se había acercado a ellos y había hablado en una voz que le produjo un escalofrío que la recorrió por completo. Se giró para mirar a su padre que los observaba bajo su sombrero de ala ancha.

-Pa... padre? -dijo incrédula observando al anciano sin poder evitar que sus músculos se tensaran involuntariamente. Había pasado bastante tiempo y necesitaba respuestas.

La pareja quedó en silencio, interrumpida por la voz de Erick. Parece que no tardaron en reconocerlo, lo cual era de esperar. La Mole lo saludó, algo sorprendido, mientras su hija lo miraba con sorpresa y un halo de alegría, aunque parecía no creer lo que veía:

- Si, hija. Soy yo. - le contestó con tranquilidad Magneto, intentando calmarla un poco. - Me alegro mucho de verte. Es más, me alegro mucho de veros a los dos, pues quería proponeros algo. - acabó por decir, en tono intrigante.

Tras una pequeña pausa, durante la cual se desabrochó la chaqueta y se quitó el sombrero, haciendo más visible su cara, Magneto continuó diciendo:

- Al fin nuestro planes dieron su fruto y Charles ahora descansa a buen recaudo. Hemos decapitado a los X-Men y ahora deben de haber perdido puntos en organización y logística, por lo que es nuestro mejor momento para acabar con ellos. Además, ha llegado a mis oídos que se está reuniendo un grupo de asalto para detenernos, aunque no sé si forma parte de los X-Men o es una organización paralela a estos. - Magneto detuvo un segundo su charla y posó su mirada seria sobre los ojos de su colega y luego de su hija. Continuó en tono aun más solemne. - Ahora, más que nunca, debemos permanecer unidos. Sólo así podremos acabar con los X-Men y defendernos de esta nueva organización. Por ello quería perdiros vuestra ayuda para... - hizo otra leve pausa para hacer incapié en lo que iba a decir a continuación. - ... reconstruir nuestra Hermandad.