Posible bronca a la de uno...

Entre al hotel, algo de lujo no vendria mal y despues de todo podria marcharme sin pagar, ya lo habia hecho varias veces y resultaba entretenido, me sente en uno de los sillones. Enfrente habia un hombre comiendo bombones, antes de que se comiera un segundo bombon cree una rafaga que se lo tiro al suelo, pura diversion

Me caigo al suelo mientras comía bombones tan ricamente
Que cojones...
Esa mañana habría seguido con lo mío, pero después de mi encuentro con el niño calvo y su escuela de monstruitos me imaginaba que no estarían allí todos los que pudieran hacer cosas. Miro a mi alrededor buscando a alguien con culpable escrito en la frente o la garita del segurata para cojer algún arma

Desvie la mirada al mostrador, sonriendo
-Eres un poco torpe ¿no crees?
Dije con sorna mirando al que habia tirado

No, solo estoy borracho.
Dije. La verdad es que no lo estaba, bueno, no tanto, pero no era cuestion de ir diciendo de rafagas de viento cabronas.

-Borracho, oh ya veo
Dije sonriendo
-Llevas mucho aqui?

Vivo aquí, tengo una suite reservada permanentemente.
Digo, no era así de hecho pero podía conseguir facilmente una llave
¿Y tú, sueles venir por aquí?

-De vez en cuando
Sonrei
-Me llamo Catherine

Rudolph Cupper, encantado. ¿Y a qué se debe tu visita?
Digo mientras sigo buscando a alguien que pudiera haber provocado la rafaga de aire, pero la unica manera que tendría de reconocerlo es si tubiera un ventilador por cara o me lo dijera él mismo. Ya decidiría luego si pegarle un tiro o no

-Viajes, visito mucho este hotel
Dije observando al chico, que parecia desconcertado por la rafaga, mande otra rafaga a las revistas de la mesa que le dieron ¿se daria cuenta?
-Que extrañas rafagas ¿no?

Vale, y ahora las revistas vuelan. Un taco importante añadir.
Me tiro al suelo para evitarlas y la gente se asusta, estabamos en un edificio cerrado y había cosas volando por los aires, la única que parecía serena era Catherine.
Lastima, estaba buena.
Mejor que te estés quieta
Digo metiendo la mano en mi bolsillo para agarrar la navaja, y ha había localizado la garita, y un espejo de bíblicas proporciones.

-¿Es una amenaza?
Pregunte alzando una ceja

Tomatelo como quieras, Digo mientras me levanto y camino con las manos en los bolsillos pero mejor será que lo cumplas.
Me voy a cercando al espejo disimuladamente, vigilándola en el reflejo

Le mando una brisa
-anda no te enfades
Digo sonriendo burlonamente
-Esque no te dabas cuenta

Lo natural no es pensar que la persona que tienes frente a tí pueda controlar el viento, como comprenderás.
Argumento.

-Aja
Le mire
-Y tu que vas a hacer, por que no creo que seas un simple humano?
Dije mirando la sala que se habia quedado vacia

Puedo hacer muchas cosas, como empezar por quejarme de lo inutiles de los seguratas de este hotel, que no han activado ni una mala alarma. Y también sé hacer malabares. Pero no creo que eso sea lo que preguntas.

-muy gracioso
dije poniendo los ojos en blanco

No era un chiste, sé hacer todas esas cosas. Sin embargo no es lo único que sé hacer. Y no es plan de darle esa información a alguien posiblemente hostil.
Llego al espejo y me apoyo de espaldas sobre él quedando cara a cara con Catherine

Sonrei ''angelicalmente''
-Que vas a hacer cargarte el espejo?

No, correr.
Desaparezco quedando de mi solo mi reflejo que se va corriendo al cuarto donde estaba el portero. Ahí entra y se pone a revolverlo, aunque el cuarto real está vacío.

Me apoye en el sillon mientras miraba el reflejo del chico
-¿Que buscas?

Dinero, y una escopeta por si acaso.
Digo ya más tranquilo, allí no podría hacerme nada, al menos no lo creía.

-Y creeras que podras hacer mucho con una escopeta
Dije mirandole y levantandome del sofa

Un bonito agujero en tu cara, dudo mucho que una rafaga de aire pueda detener un proyectil a nosecuantos montones de kilometros por hora.
Digo saliendo de la habitación reflejada con una escopeta de dos cañones la mar de rústica.