Antes de ensayar. [Con Ryan, Kyrah ¿y Sed?]

(Viene de acá)

*


Entré al bar con una sonrisa. Había pintado mis labios con un labial color lila y mis ojos los había delineado de negro. Mis uñas estaban bastante despintadas, pero aún se notaba el violeta que alguna vez había estado prolijo.
A mi lado estaba Ryan, que me abrazaba por la cintura, y yo tenía mi mano en uno de los bolsillos de su pantalón. Detrás nuestro venían Sed y Kyrah, no sé cómo, porque no me di vuelta para mirarlos.

Me dirigí a una mesa que tenía sillones, me gustaba más que las que tenían sillas. Solamente por la comodidad y el estilo, nada más. Comenzamos a charlar mientras yo pensaba qué pediría para tomar.

De repente vino la camarera con una sonrisa de oreja a oreja, nos miró y comentó:
-Qué desean los chicos? - con un tono disfrazado de amabilidad.

La miré. Era rubia y tenía ojos celestes, tan claros que asustaban, podía verme reflejada allí si los miraba fijamente. Su piel era totalmente blanca y llevaba labial rojo, lo que le hacía resaltar aún más su palidez. Como notó que nadie contestaba suspiró.

-Mmm, perdón - me disculpé por la demora - Yo quiero un daikiri de frutilla - dije pensando en lo rico que eso era - no sé los chicos que quieren tomar - continué mientras los miraba.

Despues de haberse puesto unas comodas converse, Kyrah acabo en un bar con los chicos. Desde luego estaba claro que Rahne y Ryan estaban saliendo, o eso era lo que parecia...

Camino despreocupada hacia donde se dirigia su "amiga" si es que podia llamarla asi, y se sento al lado de Sed. Charlaba animadamente con ellos y no se dio cuenta hasta un buen rato despues de que la camarera estaba alli esperando a tomar nota.

- Uy perdona, yo quiero un Raspberri Red Eye

Despues de todo, le estaba gustando esta nueva vida, mas aun si empezaban a tocar pronto...

Cada vez que su hermana lo miraba Ryan respondía con su típica sonrisa, sabía que iba todo bien. Después de haber salido de la escuela se dirigieron hacía el bar X Empath, caminaba junto a Rahne y justamente detrás Kyrah y Sed.

Rahne había elegido la mesas de sillones para cuatro personas, dos a cada lado de la mesa, así que se sentó junto a ella en uno de los sillones, para esperar a la camarera que vino enseguida, ambas chicas tardaron en decidir.

- A mi me pones un Kamikaze.

Dijo con estilo y sin preocupaciones.

Como siempre, yo estaba emocionada con la música.

-Vaya tema - murmuré.

No sé si alguno de los chicos escuchó lo que dije pero de fondo estaba sonando "Like a Stone", de Audioslave.

Crucé las piernas arriba del sillón, creo que por eso había elegido ese lugar, siempre me sentaba retorcidamente, nunca común y formal. Como reinaba el silencio y mientras esperabamos los tragos, interrumpí la falta de conversaciones diciendo:

-Bonito lugar. Hacía tanto que no salía a tomar algo - hice una mueca de confusión - Cuéntenme algo, no vamos a quedarnos toda la noche sin hablar! - sonreí divertida.

La chica asintio ante el comentario de Rahne, la verdad es que ya no recordaba la ultima vez que habia salido por ahi.

- Bueno, ¿que contarte? tampoco es que haya tenido una vida interesante... Hizo una pequeña pausa y sonrio maliciosamente-Aunque supongo que mi hermano ya te habra contado muchas cosas, o quiza estabais ocupados...

Les guiño un ojo a ella y a su hermano bromeando y se acomodo en el sofa, mientras bebia su cocktail, que ya habia sido traido por la camarera.

-¿Donde vivias antes de ir a la academia Rahne?

Sentia curiosidad, estaban hablando como si se conociesen de toda la vida y lo cierto es que no sabian nada la una de la otra.

Reí por el comentario sarcástico de Kyrah y contesté:
-En realidad, hablamos algo sí. Me contó por qué están ustedes aquí y yo le dije por qué estaba aquí. Ahora les contaré bien a todos.

Me sentía insegura, pero tenía que hablar con ellos y poder desahogarme y así librarme de toda la tristeza y miedo que llevaba dentro. Me mordí el labio y continué diciendo:

-Originalmente, soy de Escocia. Nací allí. No se sabe quién es mi madre y mi padre fue un sacerdote descarriado, que tuvo mi tenencia hasta que descubrió mis poderes mutantes. En ese momento, se lo comunicó a todo el pueblo de Kinross y ellos quisieron lincharme. Por suerte una doctora en genética, me salvó, me adoptó y cuando creyó que era necesario, habló con Xavier y me envió aquí. Según cree, al lado de ella corría peligro, y no podría protegerme.

Al decir todo esto, noté que se me llenaron los ojos de lágrimas, pero no lloré. Se me quebró la voz así que no hablé más.

Se sintio fatal por haber formulado la pregunta, asi que solo pudo sonreir amablemente a Rahne, con una mirada llena de compresion. Podia imaginarse como se sentia, a ella la habian traicinonado de manera parecida, y lo peor era que Ryan no los culpaba por haberles echado de casa...

- Tenemos unos padres acojonantes...

Lo dijo como quitandole importancia, sarcasticamente y con aquel tono de despreocupacion tan habitual en Kyrah. Solo su hermano, que la conocia perfectamente, sabia que era una fachada. Pero no tuvo mas remedio, todo se habia vuelto incomodo y, dado que ella fue la que pregunto, ella debia ser la que relajase todo de nuevo...

Volvio a darle un sorbo a su cocktail con el fin de acabar con esa situacion tan tensa.

Suspiró, ninguno de los allí presentes tenía un pasado feliz, ni mucho menos.

- Cada cual es como es...

Agachó la cabeza, para luego cerrar los ojos y respirar profundamente, echaba de menos Miami y eso que solo habían pasado un par de días.